INTRODUCCIÓN: ENTRE BAMBALINAS
El arco había volado casi sin pretenderlo, con
una especie de fuerza innata, como intentando cruzar una línea que quedaba por
derribarse. Sin embargo, lo que traspasó en esa ocasión fue la materia semi rígida de una lámpara de salón, que
quedó rasgada e hizo dibujar una especie de vaina prodigiosa en el techo de la
habitación.
- ¡No
tanta pasión, José, por favor!
Me replicaba con cierta ironía mi querido
maestro, Anatoli Romanov, en aquella clase,… una más, siempre al límite de mis
posibilidades y siempre con absoluta entrega por su parte.
No pude gozar de esa energía en los previos al
concierto del pasado veintinueve de noviembre, pues como diría el escritor
sudafricano, John Coetzee: ‘El cuerpo siempre dice la verdad’. Ese día el
cuerpo me habló y me recomendó una atención especializada que me impidió, en
los últimos momentos, compartir casi toda la primera parte del concierto. Pero
desde luego, compartí en espíritu cada instante y suscribo cada una de las
palabras de la declaración de principios que el equipo de Barrios Orquestados
manifestó al comienzo del acto.
DESARROLLO: A PIE DE ESCENARIO
Cuando pude ver con los ojos y sentir con la
razón, hallé unos brazos alzados en el aire, que parecían pintados por el
mismísimo Miguel Ángel, gritando a través de sus dedos un ¡Gloria, in excelsis Deo! como si clamaran a los cuatro vientos una
sed de justicia universal.
No son tantos los momentos en los que uno como
profesional consigue rozar ese súmmum
del arte que conecta a los que lo hacen con los que lo reciben. Poco tiene que
ver con la técnica, aunque ésta ayuda enormemente a conseguir esos pedacitos de
cielo en la tierra. Sin embargo, ahí estaban todos conectados realizando una
versión, que alejada de los gustos estéticos más refinados, conseguía introducirnos a
todos en un estado de comunión y transformación social tan necesaria en estos
tiempos. ¡Todos estamos! ¡todos nos necesitamos! ¡todos nos debemos a todos!
¡todos con todos!.
CODA: EL AMBIGÚ
Ya en ese rellano que nos ofrece el teatro:
hall, cafetería o terraza, nos regalamos un descanso y en esa calma, nos
permitimos hacer balance de lo acaecido, para tomar conciencia y proyectarnos
sobre ello.
Lo vivido ha sido hermoso y nos augura un trayecto
igualmente motivador; con gente que se ha cruzado inesperadamente en nuestras
vidas con mucho por ofrecer y que nos induce a pensar que ‘el sueño se alcanza
cuando se comparte’.
Así como el tiempo no es absolutamente regular y
produce fluctuaciones que dependen de infinitos factores subjetivos y
objetivos, así caminaremos en esta senda, con los ritmos que con total
seguridad nos irá imponiendo de manera orgánica el propio proyecto. Y en ese
devenir que lo vivo determina y la muerte asevera, nos encontramos en un punto
de inflexión sumamente interesante. En el próximo año que está por llegar,
creceremos hacia nuestra isla hermana, Tenerife, y aumentaremos un barrio más
de nuestra capital grancanaria, Riscos de San Nicolás. Se sumarán cuatro profesionales más al equipo base de Barrios Orquestados y se unirá como nuevo patrocinador, la Dirección General de Dependencia, Infancia y Familia del Gobierno de Canarias.
Todo esto sucederá porque existen ideales por
los que trabajar sin descanso; porque detrás de ese ideario existen personas
que se esfuerzan cada día haciendo equipo por una causa común; porque una
miríada de alumnos, familiares y seguidores depositan ilusión en cada encuentro;
porque el sacrificio no es sacrificio cuando la causa merece todas las atenciones;
porque cuando la almohada te acoge o te miras al espejo intentando ver el alma,
te invade un sentimiento de calma y satisfacción a la vez, por estar hermanado
contigo mismo y con el resto del mundo, pues sientes que estás haciendo lo correcto.
Un millón de gracias a todos los que simpatizan
con Barrios Orquestados, a los que creen en este proyecto, a los que lo
disfrutan en primera persona, a los que lo apoyan de cualquiera de las maneras
posibles, pues ¡Todos somos Barrios Orquestados!
FELIZ 2015, que el próximo año les colme de color
y buenas intenciones.
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